A los trece. Fabiana Duarte





Existen distintas formas de atravesar la adolescencia de acuerdo al entorno social y económico, pero más que nada, depende mucho la contención familiar.
A los trece es una novela que cuenta la historia de dos chicas de distintos ámbitos sociales que transitan, como pueden, la realidad que les toca vivir.
Fabiana Duarte nos muestra que, a pesar de las diferencias, la vulnerabilidad la sienten ambas por igual.

Carolina tiene trece años, vive con su madre y su hermanito en una villa, le falta de todo. Debe hacerse cargo de lo que su progenitora no puede, presenciar situaciones que no debería y cuidarse de todos los peligros que la rodean.

Era una mala señal empezar la semana así. Últimamente ella llegaba a aguantarse hasta los viernes. Respiré hondo. Apenas entró vino a abrazarme. Nos quedamos un buen rato pegadas cuerpo a cuerpo, sin decirnos nada. Ella me acarició el pelo. Había momentos como éste, en los que sentía que todo iba a estar bien. Que aunque viviéramos ahí, entre el cielo y el infierno, al menos los tres seguíamos juntos. Pero había un sólo camino para pasar de un lado a otro, y mi madre andaba siempre por el lado equivocado.

Grecia es un poco más grande, vive con su padre, la mujer y un hermanastro, tiene muy buen pasar económico y, sin embargo, se siente perdida. Que su madre la haya abandonado de pequeña le dejó una huella profunda. 

Grecia solía observar la actitud de las personas al conocerla en cualquier ámbito, en este caso, al ser hija del dueño del edificio, un poco le divertía. Algunos se volvían torpes ante su presencia, otros no le daban importancia. Subió al décimo piso, en el ascensor con capacidad para diez personas, había dos mujeres y cuatro hombres además de ella que se situó en una esquina. Odiaba mirarse a los espejos, así que evitaba estar frente a ellos.

La autora describe, con detalles, a cada personaje sin caer en zonas comunes. Apela a distintas voces para diferenciar momentos. El uso de la primera persona en el caso de la historia de Carolina es fuerte, tiene pasajes donde se me estrujó el pecho. De a ratos parece que fuese la niña quien escribe.
En la descripción de Grecia pone distancia utilizando la tercera persona.
Si bien la vida de las protagonistas es muy distinta, lo que logra Fabiana al cruzarlas es demostrar que a pesar de los recursos de cada una, "crecer" es una experiencia similar para las dos.
La falta de contención familiar o el exceso de protección generan el mismo efecto. 
La soledad que sienten nada tiene que ver con el entorno, aunque colabore de manera brutal, sino con la sensación de abandono que no pueden superar.
Es bueno destacar que más allá de este vacío, los rasgos de ambas son fuertes y que deciden por sí mismas a pesar de las consecuencias. 

Esta primera novela de la autora nos invita a reflexionar sobre la empatía, conmueve y nos amplía la mirada como lectores.

A los trece se publicó en España, fue ganadora del VIII Premio de Novela Corta Fundación Monteleón, se consigue a través de la autora y en algunas librerías de Buenos Aires. 



A los trece.
Fabiana Duarte.
Eolas Ediciones.

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