Corva. Yanina Giglio

Este libro se escribió primero en mi cuerpo, dice Yanina Giglio en un texto añadido al final.  
Muchas veces la poesía actúa como una bocanada de aire fresco en un cuerpo que arde. Nos llena de caricias, regenera tejidos, tapa agujeros.

Aún siento ese espacio
vacío,
el aire que dejó
bailar a mis dedos sin tope
entre el talle de sus manos.


En otras ocasiones son las experiencias que atravesamos las que se vuelcan en una hoja en blanco, como registro de lo que vivimos. Una especie de catarsis que nos cura, en este caso con la bella prosa de la autora. 

Te estás yendo siempre;
se anida el verso espeso
en el cielo cuando te estás 
yendo, largharta rosa.


Escribir salva, el lenguaje actúa como refugio.
En Corva, Giglio, transmite de manera intensa -por momentos con una armoniosa mezcla de amor y bronca-, el dolor que sintió, esa lucha contra los más variados fantasmas, la resistencia que tuvo y que la mantuvo protegida, y la recuperación.
El recorrido de los poemas tiene ese sentido, al menos para mí, el lenguaje va curando, las palabras van tomando otros significados. Se nota el proceso que atraviesa hasta el final, donde por fin se libera.



Corva
Yanina Giglio
Liberoamerica