Lo que trae la niebla. Marcelo Rubio.

"Uno advierte, a medida que pasan los días, cómo la esperanza se marchita, que el agua no vuelve, y nunca más conjuga en futuro el verbo "volver". Por más lluvias que caigan, nada será lo que fue. Y entonces nos inventamos historias. ¿Sabe para qué?
-No -dije dando un bocado al conejo.
-Porque es la única forma de forjar nuevos sueños. A un tipo se le puede prohibir todo, le aseguro, todo. Desde no ser feliz, no ser libre; le pueden desordenar la mente, pero no le pueden quitar los sueños."

-Amiga, ya terminé con Rubio.
-¡¿Ya?! Si lo compraste ayer, tremenda sos.
-Me encantó, tiene poesía en medio de los diálogos. Eso es difícil de hacer.
-Siii...me gustó el final.
-A mí me gustó más lo que no dice, eso que trae la niebla.

Lo que trae la niebla es una novela corta, ambientada en Laguna Profunda, un pueblo completamente aislado al sur de la provincia de Buenos Aires.
Este pueblo tenía una laguna que era su atractivo turístico, pero el agua se fue.
Narrada por su protagonista, Oscar Raimondi, periodista en una revista de box.  Su trabajo se ve amenazado por la crisis que atraviesa el país. Con tal de mantener su puesto acepta sin chistar el encargo de ir a entrevistar a Ruiz, boxeador que peleó con Alí y perdió inexplicablemente. 

Realismo mágico, lleno de personajes increíbles. Hermosos, misteriosos.
La actualidad tan dolorosa de esta Argentina, mezclada con un policía que escribe haikus en fósforos y hace de remisero. Una prostituta que vende bonsáis, una curandera que envejece del día a la noche. Una vaca tuerta, conejos como moneda de uso legal. Cazadores de conejos sin permiso, celdas sin llaves. Un boxeador que no aparece por ningún lado. 
La niebla que tapa, esconde y a la vez desnuda. Porque cada personaje tiene una historia rica y aunque perdieron el rumbo, no la esperanza. 
Ellos confían en Raimondi, le cuentan secretos, detalles pero nadie le dice nada del boxeador. Aunque lo alientan a tener paciencia.

"Me quedé mirando unos minutos a esos hombres agazapados. A veces basta con observar para comprender. Cuando perdemos el rumbo, lo único que nos ata a la tierra es lo cotidiano, esa abulia de la que tratamos de huir hasta que se nos vuelve indispensable. Los hombres no hacían más que tratar de no perder aquello que los mantenía vivos. Es necesario atarse a una esperanza, para sobrevivir, para apostar por otro mañana."

El pueblo de Rubio mantiene la esperanza con la llegada de un barco. Un barco en una laguna seca...¿se entiende? No, pero de a poco en el relato se van despejando las dudas. Como se va la niebla.
El final es bellísimo.




Lo que trae la niebla.
Marcelo Rubio.
Indómita Luz es la editorial.



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