Mientras tanto. Ezequiel Wolf.




El alma de un poema está en esa conexión que se da entre el poeta y el lector, que no se limita exclusivamente a versos o rimas.
La poesía es movimiento, es una filosofía, un juego y por qué no un truco.
Mientras tanto, de Ezequiel Wolf, es un libro de búsquedas, de encuentros, de nuevas palabras. Como dice Marcelo Rubio en la contratapa, Ezequiel se hace cargo de cada palabra, le da cuerpo, no sólo es un escritor, un poeta, es "un buscador de formas".

/nuestra mañana
se abrirá con el sol
sobre la cama/
Te vas.
Te estás yendo lentamente desde la primera vez.
A los ojos y en silencio bajo tierra entre la gente algo de mí y todo de vos.
Un futuro inminente, latente de historia.
Cuando el respeto es distancia
y tu cuerpo solo (jadea/atesora/sesea) libertad.

Se (te) nota que estás (a)fuera (y que) para volver
tenés que contar.

/y en voz alta
desataste el fuego
en puntas de pie/


En estas 143 páginas hay un trabajo increíble con el lenguaje, de reconocimiento, me arriesgo a decir de armado y desarmado, también inventando palabras como "besayunan". 

La prosa es más cercana a la gente que a lo académico, de lectura distendida, dinámica. La "historia" que resguardan los haikus (léanlos de corrido...sh)
No es sólo lo que dice, sino cómo lo dice, en todo el libro es el corazón el que manda.
Hablé en otras reseñas de poesía sobre las nuevas formas de escribir este género, la mezcla con narrativa, las distintas estructuras que no interfieren para nada con el contenido. 
En Mientras tanto podemos apreciar eso, Wolf busca transitar todas las formas y estructuras del lenguaje.

Nos pasea por sus recuerdos, somos invitados a escuchar la música que le gusta mediante guiños, con la inserción de algunas estrofas de canciones. 
También atravesamos sus vínculos y los rompemos junto a él.
Es un libro para disfrutar de a poco, para dejarlo descansar entre una página y otra.

Sí, se me hizo tarde y qué.
Fuí el hueso, el pudor
el color de tu hogar
el sillón residual que hizo de tu amor la distancia.
Cruel, palabra que rima con miel
                     que suscita la hiel
                                         y él ya no se va.

Es para citar, es parasitario.
El deseo inducido por la imaginación
tuerce la intención y confieso que quiero y necesito saberte.
Saboreado no pienso igual a vos.
Te veo.
Te escucho respirar.


Su lectura resultó muy interesante, me llevó a investigar, a retomar algunos conceptos de otros autores. En sintonía con lo que estoy trabajando sobre literatura contemporánea y forma del lenguaje, me pregunto si no estamos frente a una nueva vanguardia.
En una parte hace mención al "no-lugar" de Marc Augé, este concepto se identifica con el espacio de tránsito, de flujo, desplaza la supremacía del lugar fijo y estable. Como sujetos estamos obligados a la re-ubicación ante un mundo siempre en exceso. 
Creo que ese "no-lugar" es un mientras tanto.



Mientras tanto.
Ezequiel Wolf.
Indómita Luz Editorial.




Comentarios

Entradas populares